Felices fiestas!!!

No me gustan estos días de felicidad cenicienta, en que un par de regalos o de champañazos crean ambientes definitivamente raros. No es que quiera ver a todos sufriendo por estos días, que no se me malentienda. Sólo que me siento invadido con sentimientos y gestos, más bien muecas, de eufóricos que me animan a la insípida liturgia de desenvolver objetos con estatus de “presentes”, en Navidad; una fecha que, aunque inventada (todas las grandes religiones funcionan con fechas inexactas, ese no es el problema), pues, debiera ser todo lo contrario. Y cuando aún no me recupero de la curiosamente llamada “nochebuena” (no entiendo que la sociedad actual, absolutamente ajena a la tradición católica, le siga dando ese nombre), zas! viene la segunda liturgia, según algunos comentarios, la fiesta “profana”, ja ja jaaa!. Yo no sé, qué de no-profano tiene la “nochebuena”, de hecho, yo veo más espiritualidad en la cumbia “un año más”, que en la pose ñoña y de factura gringa villanciquera con árbol de pascua nevado de muchas casas. Si uno de los villancicos que andan en boca de algunos los días frenéticos previos al 25, es el “pascua feliz para todos” poh! Ja ja jaaaa!!!, y ni siquiera se celebra una “pascua”, jaj jajajajajaj, full surrealismo!. En fin, con ese cantito, crecimos muchos, en aquellos años grises de un país más pobre, pero igual de perdido. “Pascua feliz para todos”, made by Falabella, que increíble la cantidad de “ilusionería” que tiene esa canción, casi la versión navideña de “Lo estamos pasando muy bien” de Los Prisioneros, mentira pura y a la vena, a la medida de los imbéciles que se masturban con sus credit-cards y que se compran esa vaina de “el país de las ‘oportunidades’”.

La fiesta de año nuevo es igual de extraña, o de ambiente enrarecido; la fiesta y el estado festivo lo siento como un decreto, como que un bando de milicos me ordena con megáfono, so pena de juzgarme por traición a la patria, que DEBO divertirme, y hasta que las velas no ardan!.

En mi caso, he tratado de re-fundar esas fechas. Con Martín, mi hijo de 3 años y medio, seguimos la trama litúrgica de la natividad católica, diferenciándola, de la fiesta de los regalos, e intentamos reflotar la fiesta de los dones, que es otra cosa . Y en el año nuevo, le haré una cena rica y haremos algunos ritos medios profanos, pero que significan con algo de magia, el paso de un año a otro.
Pero bueno, es lo que hay, para el mundo y para mi, Pascua Feliz para todos y Feliz Año Nuevo!!! Ja jaaaaa.