miércoles, noviembre 21, 2007

YO NO PODRIA DECIRLO MEJOR... UNAS LINEAS PARA EL FETICHE DE LA IZQUIERDA CHILENA...

“El Comandante y el Rey”
Por Mario Vargas Llosa

El Comercio (Lima), noviembre 18, 2007.

Es verdad que una imagen vale mil palabras y, una secuencia de imágenes, diez mil. El incidente que ha inmortalizado la sesión de clausura de la última Cumbre Iberoamericana celebrada en Santiago de Chile, divulgado al mundo por las cámaras de televisión, dice más e ilustra mejor sobre el caudillo venezolano Chávez y congéneres, así como sobre las relaciones de España con América Latina, que decenas de sesudos ensayos. Los mejores guionistas de Hollywood no lo hubieran hecho tan bien si querían abrir el espectáculo con la imagen --entre cómica y siniestra-- de un espadón tercermundista en plena acción. Interrumpiendo al presidente del Gobierno Español que, tímidamente, se atrevía a recordar a los mandatarios latinoamericanos que "nacionalizar empresas no garantiza nada", el comandante Hugo Chávez se apodera del micro y se dispara en insultos contra José María Aznar, quien alguna vez habría invitado a Venezuela a algo tan ignominioso como integrarse "al primer mundo", propuesta fascista que el caudillo tropical rechazó, claro está, porque "somos humanos y los fascistas no son humanos. Creo que una serpiente es más humana que un fascista o que un racista". La estupidez conceptual se enriquece si quien la emite se expresa con la vulgaridad del comandante Chávez y su gesticulación cuartelera. Hasta aquí nada que sorprenda, aunque, sí, mucho que entristezca y avergüence, si quien presencia la escena es latinoamericano y, sobre todo, venezolano. Entonces, Rodríguez Zapatero pide la palabra a Michelle Bachelet --la presidenta de Chile dirige la sesión-- y, extremando el respeto de las formas y buscando con verdadera angustia las palabras más prudentes, trata de dejar sentada su protesta por la "descalificación" que se ha hecho de un ex presidente "que fue elegido por los españoles". Digo "trata de" porque, pese a sus educadas maneras, hasta en dos oportunidades es groseramente interrumpido de nuevo por Hugo Chávez, quien, como la presidenta Bachelet le ha cortado el micro, levanta virilmente la voz a fin de que ninguno de los presentes se libre de escucharlo. A estas alturas, el rey de España, al que literalmente hemos visto demudarse y enrojecer a lo largo de toda esta escena sin poder ocultar la irritación que le produce, irrumpe con su contundente "¿Por qué no te callas?" que, por un instante, deja al soldadote de marras quieto y mudo, como sin duda le ocurría en el cuartel cuando su superior lo aderezaba de carajos. La presidenta Bachelet introduce un inesperado toque de humor al sugerir con meliflua voz a los presentes "que eviten los diálogos". Otro tercermundista y comandante entra en escena, esta vez un Daniel Ortega maltratado por los años con una calvicie acelerada y una panza capitalista, para desgañitarse atacando a España por los bombardeos de Estados Unidos contra Libia, por las supuestas depredaciones de Unión Fenosa y contra los embajadores españoles por conspirar contra el Frente Sandinista... hasta que el rey de España se levanta y deja sentada su protesta abandonando la sesión. La enseñanza más obvia e inmediata de este psicodrama es que hay todavía una América Latina anacrónica, demagógica, inculta y bárbara a la que es una pura pérdida de tiempo y de dinero tratar de asociar a esa civilizada entidad democrática y modernizadora que aspiran a crear las cumbres iberoamericanas. Esta será una aspiración imposible mientras haya países latinoamericanos que tengan como gobernantes a gentes como Chávez, Ortega o Evo Morales, para no mencionar a Fidel Castro. Que sean o hayan sido populares y ganaran elecciones no hace de ellos demócratas. Por el contrario, muestra la profunda incultura política y lo frágil que son las convicciones democráticas de sociedades capaces de llevar al poder, en libres comicios, a semejantes personajes. Ellos no asisten a las cumbres a trabajar por el ideal que las convoca. Van a utilizarlas como una tribuna para internacionalizar la demagogia y las bravatas con que mantienen hipnotizados a sus pueblos y, por eso, esas cumbres están condenadas al fracaso y al circo. Antes, la estrella indiscutible de ellas era Fidel Castro y sus espectáculos antiimperialistas, que enloquecían de felicidad a los gacetilleros amantes de escándalos. Ahora que Castro dejó de ser caudillo para convertirse en analista internacional --el único que en Cuba habla y despotrica con envidiable libertad-- el histrión preferido de la prensa amarilla es Chávez, émulo y ventrílocuo de aquel. Claro que hay otra América Latina, más decente, honrada, culta y democrática que la representada por estos energúmenos. Estaba allí, en esa sesión de clausura, invisible y muda, como siempre en estas ocasiones en la que los caudillos, hombres fuertes, "comandantes" y payasos se apoderan de las candilejas. ¿Por qué callan y se dejan ningunear y eclipsar de esa manera si ellos son infinitamente más respetables y dignos de ser escuchados que aquellos? No solo porque algunos están sobornados por los petrodólares que derrocha el venezolano a diestra y siniestra. A menudo lo hacen porque temen ser víctimas de las diatribas y descalificaciones de aquellos matones, que les pueden soliviantar a sus extremistas criollos y, también, aunque parezca mentira, porque ellos, que solo son gobernantes civiles que tratan mal que bien o bien que mal de ajustarse a las limitaciones que les señalan las leyes y constituciones, se sienten mandatarios de segunda frente a esos dioses omnímodos que no tienen otro freno para sus excesos y bellaquerías que su soberana voluntad. La salida del rey de España tuvo la virtud de rasgar el velo de hipocresía que circunda las cumbres iberoamericanas a las que, en apariencia --no en la realidad-- asisten jefes de Gobierno y de Estado dignos del mismo respeto y consideración. Falso de toda falsedad: el señor Chávez tiene unas credenciales que lo exoneran de toda respetabilidad civil y democrática, pues, el 4 de febrero de 1992, traicionó su uniforme y actuó con felonía intentando un golpe militar contra un gobierno constitucional y legítimo en el que decenas de oficiales y soldados venezolanos murieron defendiendo el Estado de derecho. Levantarse contra un gobierno constitucional es el peor crimen que pueda cometer un militar y por eso el comandante Chávez fue juzgado, condenado y enviado a la cárcel. Que en lugar de pasarse allí muchos años fuera amnistiado por el presidente Rafael Caldera y luego premiado por una mayoría de venezolanos con la presidencia de la República no lo absuelve, solo muestra hasta qué punto estaba turbado ese electorado que se dejó seducir por los cantos de sirena de un demagogo y que está ahora lamentándose amargamente de su error. Lo absurdo, lo delirante de lo ocurrido en Santiago de Chile es que el comandante Chávez eligiera, para descargar sus iras y convertir en blanco de su mojiganga tercermundista, a España, un país cuyo gobierno ha hecho esfuerzos denodados para llevarse en paz con él, e, incluso, echarle una mano internacionalmente cuando todo el Occidente democrático lo censuraba por sus atropellos a los derechos humanos y sus complicidades con las satrapías fundamentalistas. ¿Alguna otra enseñanza que sacar de todo esto? Que, como es evidente que a los tigres y a las hienas no se las aplaca con venias y sonrisas y echándoles corderos, conviene mucho más a un país democrático como España privilegiar en sus relaciones a países que representan la civilidad, la libertad, la legalidad, y con los que tiene la seguridad de una cooperación real y de largo plazo, que tratar por todos los medios de ganarse la amistad de quienes representan las antípodas de lo que, afortunadamente para los españoles, es hoy España. Ni la Cuba de Fidel Castro ni la Venezuela de Chávez merecen ser, hoy, los amigos dilectos del Gobierno Español, y sí, en cambio todos esos discretos y esforzados gobiernos que, en el resto del continente latinoamericano trabajan por sacar a sus pueblos de esa barbarie del subdesarrollo que representan no solo los bajos índices de crecimiento y las vertiginosas desigualdades de ingreso, educación y oportunidades, sino, también, la demagogia y la matonería políticas encarnadas en Ortega y Chávez que las televisiones de todo el mundo pusieron en evidencia en la clausura de la Cumbre Iberoamericana. Es posible que, al reaccionar como lo hizo, el rey de España transgrediera el protocolo. ¡Pero qué alegría nos deparó a tantos latinoamericanos, a tantos millones de venezolanos! ¿La prueba? Que he escrito este artículo arrullado por los animados compases del flamante pasodoble que ahora entonan y bailan en todas las universidades venezolanas, que se titula "¿Por qué no te callas?" y cuya tonadilla y letra llueven sin tregua sobre mi computadora.

9 comentarios:

VILLANO dijo...

Amigos, como verán he cerrado el acceso de comentarios, al populacho virtual. No me preocupa lo que pueda decir "la calle", sólo que, como ésta es mi humilde casita on-line, aplico lo mismo que en mi casa real, o sea, no acepto a inquilinos que llegan en paracaidas y terminan cagándose en el jardín. Salve! amici meum, caput et coprum at plebs.

Aspacia de Mileto dijo...

Guau, ni que decir. Chávez me da miedo. Es como Musollini, bueno para la cháchara, simpaticón, galante, de palabra rápida y propuesta fácil. ¿Quién se habría imaginado que alguien como el Duce podría haber hecho todo lo que hizo?. Por último Stalin nunca escondió su carácter de psicópata maniático intolerante, ni Hitler pretendió ganarse a los demás por medio de su personalidad. No defiendo al rey, a pesar de mi eterno amor culpable por la monarquia española y toda esa cosa romántica de la Hispania antigua.

No olvido su relación con el gobierno de Franco...aunque quien es quien para andar juzgando actos ajenos.

Estas cumbres siempre me han parecido una soberana estupidez. Se gastan millones en acuerdos nimios, que podrían hacerse por teléfono. Millones que podrían utilizarse para otras cosas y cuando discuten cosas realmente importantes, como en Kioto, no llegan a acuerdo o no los firman, al menos no los más involucrados (EEUU es uno de los dos países que no ha firmado la Declaración de los Derechos del Niño)

En fin, más que rabia, risa, sorpresa; lo que me da es miedo.

¿Y los anónimos?. Yo simplemente los borraría si no me gustan. Aunque vaya contra todas las bases de la libertad de expresión. Hay cosas sobre las cuales discrepo con Voltaire... y al contrario de lo que dice mi amiga Teresa, no moriría porque cualquier idiota tenga el derecho de decir las estupideces que desee

Cariños

cinodo dijo...

Chavez y su personalidad, me recuerda la pelicula #El rey de Escocia# la viste? te la recomiendo

El cronista de la O' dijo...

Notable don Mario Vargas Llosa. Cada vez que lo leo en La Tercera de los domingos o en cualquier otra parte, termino pensando que soy un poquito más culto (poquitito, humildemente hablando), porque el hombre si que sabe ampliar las mentes de las personas.

Buen artículo. Y que bueno que tú lo hayas puesto en tu blog.

Para mí, Chávez es un tipo astuto, al cual va ser difícil sacarlo en buena de su sillón presidencial. Me parece que en estos años ha hipotecado la adhesión de muchísimas personas... incluso acá en Chile.

Ah!!, leyendo el artículo, me recordé de un alumno alemán de intercambio que coincidió conmigo en una clase de Chile 5 o 6; él, con una sonrisa burlona y un castellano incipiente, me comentó que "le parecía chistosa la política de latinoamérica... imagínate que el mismo General golpista y ex-Dictador ahora sigue como Comandante en Jefe del Ejército y después será el primer Senador Vitalicio". No sé se vino a la memoria... guardando las distancias, claro, no!

Un minuto de silencio el 21. ¡¡¡Vale!!!

Teresa Wilms Montt dijo...

Chávez, de encantador, nada. Me parece irrisorio (en sus dos acepciones). Esa cosa que provoca reírse DE él y no CON él. La prepotencia de los que en verdad, no saben nada, ni fundamentan sobre terreno firme, informado, buscando soluciones.
Chávez me parece un riesgo para su país, porque es verdad lo que señala Simone acerca de mí y la libertad de expresión la defiendo. Principalmente, la posibilidad de que todos puedan tener cabida y ahí es donde Chávez más me repele- Saber por gente cercana el temor que existe en la producción audiovisual (por nombrar un área de la cual tengo noticias) y las cortapisas a las que se ven sometidos los creadores y comunicadores.

Y concuerdo con Cinodo, me recuerda muchísimo al dictador de Uganda de la peli "El Último Rey de Escocia".

PD: Simone, sé que la cita de Voltaire da para mucho, pero no es aplicable en el caso de villano, por el sólo hecho de que este blog no constituye la blogósfera (horrible palabra), por lo que al menos hay espacio para que quien quiera manifestar su disconformidad ante lo que pueda ser expresado acá, creando una bitácora sólo para establecerlo. Es decir, hay oportunidad y espacio para que todos se manifiesten. Y no hay censura previa. Simplemente, se eliminan a los maleducados. A ver qué dice Voltaire sobre eso, po. jajaja

Saludos, Villano, bye.

Teresa Wilms Montt dijo...

perdón, era "para que quien quiera manifestar su disconformidad..., CREE una bitácora..."

grax.

VILLANO dijo...

Mmmmmm, interesante el tête à tête virtual (que palabrota más fea e incípida)de Simone y Teresa. En mi caso aplico eso de que la libertad, en cualquiera de sus expresiones, se acaba cuando se invade el territorio privado y , para mi, este blog es privado, aunque sé que pertenece a la "blogósfera", no le interesa dicha pertenencia y excluye a los patudos, pelotudos, perniciosos, paupérrimos y pequeños que intenten opinar en tan ilustre plataforma. Sobre todo, por el abuso y el permanente culto a la idotez y a la vulgaridad de los medios, cada vez estoy más cerca de Ortega y Gasset y más lejos del ingenuo Voltaire.

POLAF dijo...

Estimado P,
Un saludo navideno y mis mejores deseos para el 2008.
Buen articulo el de Vargas Llosa, que bien que lo pusiste en tu blog. Te mando un abrazo, me acuerdo harto de esa noche de imitaciones junto a GatoMauro... pucha que me mate de la risa :-)...

nadie a la vista dijo...

buenísimo! De hecho lo copié y lo usaré alguna vez en clases. Gracias.