Tras estos zapatitos se va mi vida. Son unos zapatitos que van creando senderos y abriendo horizontes donde uno ni se imaginaría. A veces me cansa la velocidad y la intermitencia nerviosa con los que estos zapatitos "planean" en la vida. Muchas veces , unas piernitas y estos zapatitos cuelgan desde mis brazos por el estado de reposo de quien los anima. Por estos zapatitos trancurre mi vida. En los laberintos aciagos, no necesito de Ariadna, pues ya tengo mi propio hilo, estos zapatitos, por los que se va mi vida y que me rescatarían hasta del infierno del Dante.
4 comentarios:
que sentido tienen tus palabras...
hermoso pensamiento.
Espérate unos años y van a ser las medias gambas.
Menos mal que salió el sol en tu blog, man...:-D
Se parecen a los suyos...A ud también es difícil seguirle el ritmo...
Mi hijo calza ya 36-37, y tiene àpenas 9 añotes. Pero sus pies nunca dejarán de ser mis patitas regalonas y los pies de mi compañero de juego en el fútbol cuando vamos a la cancha de la plaza.
La Sur, es un universo que estoy mostrando de a poco y parece estar en una 5ª ó 6ª dimensión...Ayer estuve en uno de sus baruchos viendo los partidos de play-off y te cuento como reí con los parroquianos que llegaron... fue un bombardeo de tallas...
Saludos Villano!
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